Los motivos por los que no te recomendamos un hosting gratis

En los últimos años los precios de los servicios de hosting se han ido volviendo más flexibles y esto ha derivado en que poco a poco haya sido menos necesario hacer uso de hosting gratis. Hoy día podemos tener un buen hosting por unos 10 euros mensuales y no preocuparnos de nada salvo que nuestra página web comience a crear a gran ritmo. A ese buen precio se le suma que los hosting gratuitos tienen algunos aspectos negativos que nunca hay que olvidar.

Por ejemplo, es frecuente que la estabilidad no sea elevada y que estemos expuestos a que el servidor se pueda caer en cualquier momento, lo que de forma directa nos dejaría con la web sin funcionar. Si tenemos un blog quizá no lo no tenemos, pero imaginemos que tenemos una pequeña tienda online y que justo cuando un cliente está navegando por ella, se cae. El impacto podría ser muy negativo en nuestro volumen de ventas, que ya de por sí seguro que está reducido por ser un negocio de pequeño alcance.

Además, se nos da muy poco espacio de almacenamiento y ancho de banda para los visitantes. Eso nos puede llevar a la situación de tener que optimizar en exceso los contenidos que subimos a la página, por ejemplo las imágenes. Y el límite del ancho de banda podría llevar a que si la web tiene éxito de forma imprevista, se produzca una caída y nos encontremos con el mismo problema del párrafo anterior.

No olvidemos, por otro lado, que el soporte que se proporciona en los hosting que son gratuitos es prácticamente nulo. Y también nos tendríamos que asegurar de dos cosas: si el hosting nos mete publicidad entre nuestros contenidos y si podemos hacer uso de un dominio propio o si tenemos que soportar tener la extensión de su web en nuestra dirección. Y estos, en realidad, son solo algunos de los problemas del hosting gratuito.

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