Google Stadia, el gaming en la nube que ha fracasado

Google Stadia ha sido un intento por virtualizar más el gaming y, una vez más, se ha dado un buen batacazo contra el suelo. No es la primera vez que un “Netflix del gaming” falla, pero esperamos que, al menos en esta ocasión, la industria aprenda de sus errores.

Esta vez ha sido Google la ha que se ha visto condenada al fracaso con este servicio que se lanzó en 2019 y que nunca llegó a tener el éxito que se esperaba. Ofrecido con un mando y un servicio de suscripción, Google Stadia intentaba cambiar la situación del gaming.

La idea era que los usuarios pudieran llevar el gaming en nube a cualquier dispositivo, ordenadores, televisiones u otros equipos y que así jugasen de una forma más sencilla. Pero nunca se llegó a ofrecer la calidad, estabilidad y variedad de títulos que deberían haberse dado. Además, el mercado del gaming todavía se resiste a optar por uno de estos modelos y prefiere seguir con los métodos de distribución tradicionales (aunque en PC ya se haya saltado totalmente a una distribución digital).

Google, eso sí, ha cumplido con su público haciendo devoluciones y reintegros de lo invertido en el servicio. Ha sido un buen detalle que ha ayudado a mantener su imagen limpia, pero que seguro que ha provocado un agujero financiero importante en la empresa.

Con este fracaso, lo que está claro es que las empresas ajenas al gaming van a pensarse mucho el meterse de lleno en ello prácticamente a ciegas. Incluso las vacas sagradas del mercado, como Ubisoft, están teniendo serios problemas para mantener su negocio a flote, así que no hay que tomárselo a broma.

Y, sino que se lo digan a Microsoft, que aparentemente tiene mucho éxito con su Netflix de gaming particular, el Game Pass, pero que ya está haciendo despidos por los malos resultados. Al menos, esperemos que en 5 años aun tengamos mercado del gaming más allá de Fortnite.

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